Los premios y los castigos, y la observación de
modelos, tienen influencias importantes en la conducta antisocial y
prosocial.
La sociedad ofrece distintos modelos y sistemas de premio y
castigo a los miembros de los varios segmentos de la comunidad.
Un estudio demostró que los niños imitan a niños que son
“dominantes” es decir, a los que son más poderosos y realizarán
las actividades de mayor utilidad e interés. Estos son niños
carismáticos que dominan a sus compañeros por medio de la fuerza de
su personalidad, no a través de la agresión física. En realidad a
los niños de preescolar no les gustan los niños agresivos.
Cuando se piensa que el modelo es amable o tienen una relación
especial con el niño, el proceso de modelamiento resulta más
eficaz. Los padres son los modelos que más influyen en los niños, es posible que una niña imite a su padre porque le parece poderoso o
porque tienen con él una relación estrecha y placentera o porque
otras personas han hablado del sentido del humor o de la afinidad de
carácter entre padre e hija.